viernes, 31 de julio de 2015

Diario de un profesor (17)


El cuerpo es una manifestación de nuestro estado emocional. Como profesor, lo palpo con frecuencia, sobre todo cuando siento el estrés, la tensión, los nervios. El ciclo pasado, noté, mientras preparaba una clase, que un temblor involuntario se apoderaba del dedo anular de mi mano izquierda. Solito se desperezaba y se agitaba hacia arriba. Y ese tic se repetía, ante mi asombro e impotencia, cada dos o tres segundos. Por esa misma época, un día frente al espejo, descubrí un temblor similar a la altura de mi entrecejo. Era como un alfiler invisible que te hincaba de adentro hacia fuera. Y tú solo palpabas un puntito de piel trémula. Finalmente, hace un mes, cuando ya me había olvidado de los casos anteriores, sentí, una noche, un hincón diminuto y persistente en un punto de mi rostro. Me dirigí al baño, prendí la luz, acerqué mi rostro al gran espejo y divisé aquel temblor ahora a la altura de mi mentón. Dibujé una media sonrisa y pensé que sin duda esto era consecuencia del estrés, que mañana debía salir a correr y me pregunté cuál sería el próximo lugar en manifestarse.        

Diario de un profesor (16)


Hace una semana ingresé a trabajar a una prestigiosa universidad como tutor en el área de Humanidades. Específicamente, en el área de Lenguaje. El tutor es como un asistente de cátedra que apoya al profesor en sus clases, brinda asesoría a los alumnos en temas de redacción y corrige prácticas. En teoría, si lo hago bien, en el futuro podré ser profesor en dicha universidad, que por cierto es una de mis grandes metas o sueños. A casi 4 años de haber comenzado a enseñar en el Instituto en el que actualmente laboro, ya sentía que era el momento de dar el paso, de avanzar, de seguir creciendo. Y la oportunidad apareció de la forma más inesperada. Un nuevo compañero de trabajo, con el que conversaba muy de vez en cuando y con el que ni siquiera tenía mucha afinidad, me pasó la voz acerca de la convocatoria. Pasé las pruebas y ahora me encuentro en este nuevo “territorio”… Justo ahora que escribo esto, recuerdo todo el camino recorrido: la primera vez que enseñé (muerto de miedo) casi diez años atrás, en el Icpna; los talleres de oratoria que impartí durante dos años y medio a niños y adolescentes; el taller de redacción que ofrecí durante cuatro meses en un instituto llamada ArtEstudio 13; mi labor como asistente de Cátedra (no remunerado) con el profesor González en la Universidad de Lima; las decenas de veces que postulé sin éxito a colegios, academias, institutos y universidades; mi labor como profesor de Razonamiento Verbal, durante dos años (en niveles secundario y preuniversitario) en Trilce, donde ganaba una miseria pero fui feliz; aquella vez que me inscribí en la Universidad Cayetano Heredia para estudiar la carrera de Educación (y que terminé hace poco más de un año); mi ingreso al Intituto hace casi cuatro años y las mil anécdotas que guardo en todo este tiempo de labor docente. ¡En octubre o noviembre de este año, se cumplirán 10 años de la primera vez que enseñé! Y ahora que he ingresado a dicha universidad, siento que he recorrido, tal como un deportista, un largo camino (pero que ni siquiera estoy en la mitad), y que depende de mi esfuerzo y disciplina llegar lo más lejos que pueda. Y así, tal vez algún día, llegar -como el profesor González - a tener treinta años o más como docente, pero manteniendo intacta, en la mirada, la llama de la pasión.

lunes, 27 de julio de 2015

Motivación 360°

Durante mucho tiempo fui reacio a leer libros de autoayuda o superación personal. En la época de la universidad, estaba mal visto leer ese tipo de literatura, sumado a estos los libros de Paulo Coelho, Sergio Bambarén, etc. Con los años y la madurez, uno se percata que ese sesgo se debía a simples prejuicios basados en una supuesta rebeldía o en un afán insulso de refinamiento cultural.

Pues bien, hace como 5 o 4 años, leí el libro del peruano David Fischman "El camino del líder" y me gustó. Me pareció un libro bien escrito y que te permitía reflexionar sobre aspectos de tu desarollo personal. Luego leí "El secreto de las siete semillas" (su obra más redonda) y "El éxito es una decisión". Y tuve la misma opinión que con el primero. Es cierto, son libros de superación personal, pero eso no quita que están bien hechos, que tienen sustancia y están escritos en una prosa sencilla pero bien trabajada.

Ahora acabo de terminar de leer "Motivación 360°" (2004), escrito en colaboración con Lenna Matos, y me parece una obra interesante, didáctica, útil para cualquier profesional o persona, que quiere motivarse o motivar a los demás en su vida personal y laboral. Además, la edición, las ilustraciones, las fuentes bibliográficas y el tipo de papel contribuyen a la calidad del libro. Entre las ideas más interesantes encuentro las siguientes:

-Es más importante la motivación intrínseca que la motivación extrínseca.
-A veces es necesario utilizar la motivación extrínseca, pero no hay que abusar de ella y hay que saber cuándo utilizarla, porque puedes disminuir la motivación intrínseca.
-La manera de que un trabajador o un alumno llegue a la motivación intrínseca, es crear un clima adecuado en el trabajo o en el aula en el que le demos autonomía y se sienta escuchado. Pero también que haya normas o reglas que se comprometa a respetar, planteando sus sugerencias.
-Uno de los más importantes motivadores es el reconocimiento; es decir, reconocer el trabajo, el esfuerzo de nuestros trabajadores o alumnos.
-Hay que cultivar la autonomía en nuestros hijos, trabajadores, alumnos. No tenerlos controlados, limitados. Darles espacios de opinión, de acción, sin caer en el libertinaje o ausencia de reglas.
-Si uno cree que es bueno en algo, está mas motivado que otro que no lo cree.
-Se puede motivar diciéndole a alguien, de manera sincera, que es bueno en algo.
-No es lo mismo motivación que satisfacción. Por ejemplo, tu trabajo te motiva, pero si no cuentas con un salario adecuado, eso te genera insatisfacción.
-Algo que genera motivación es prestarle atención a las personas (y no tanto a las metas) y que se sientan valoradas y respetadas. Y eso se aplica a uno mismo.