sábado, 25 de julio de 2020

El código García



El código García (2020) es un libro que, a través de nueve artículos y una historieta de diversos autores, analiza la figura del ex presidente del Perú, Alan García Pérez, quien se suicidó en abril del 2019 cuando iba a ser detenido por el caso de corrupción de Odebrecht, la empresa brasileña. Como bien señala la contratapa del libro, este "reúne a diez figuras del mundo periodístico, artístico e intelectual quienes ofrecen [...] valiosas claves para comprender el ADN político y personal del multifacético Alan García". 

Lo primero que llama la atención de estos artículos e ilustraciones es su tono ameno y periodístico. No se trata de sesudos ensayos reflexivos llenos de citas y notas a pie de página, sino más bien de  textos entretenidos, bien escritos y que analizan con detalle y profundidad distintos ángulos de la figura del cuestionado líder del Apra. Por ejemplo, el escritor Santiago Roncagliolo enfoca la relación de aquel con Víctor Polay, líder del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, y quien en su juventud fue un militante aprista amigo de García y que compartieron aventuras en Europa.  En otro texto, el periodista y escritor peruano Marco Sifuentes evoca la figura de García cuando le tocó cubrir la campaña presidencial de este en el 2006, y que lo llevó  a ocupar la banda presidencial por segunda vez, para gran sorpresa de muchos. Ambos artículos destacan por su agilidad narrativa y por el buen uso de fuentes para dotar de fundamento las ideas que sostienen. La mayoría de textos gozan de estas características y, por eso, este libro es de interés para entender la figura y la muerte del polémico expresidente.

Es cierto también que el libro, en general, muestra una visión negativa sobre Alan García, sin embargo, esto se entiende porque se hace un balance con pruebas y testimonios al alcance. Hay, sin embargo, algunos textos entretenidos que pecan de excesiva subjetividad y condenan a García sin pruebas y solo a partir de pálpitos y fruto de la pasión exacerbada que genera el controvertido personaje. Es el caso del texto de Gabriela Wiener o de la historieta de Jesús Cossío que, sin matices de por medio, muestran a García como un simple corrupto y violador de derechos humanos. Y con esto no estoy defendiendo a García, sino que, simplemente, para hacer un análisis riguroso, se deben dejar de lado las pasiones, y mostrar los matices del personaje y del contexto de la época que se vivió, tal como en una buena novela.

En síntesis, el Código García es un libro de interés para entender el por qué del suicidio del expresidente del Perú y las sombras y luces que rodeaban a uno de los políticos del país más controversiales de los últimos 40 años. 
















sábado, 18 de julio de 2020

Diario de un profesor (70)

En tiempos de Coronavirus, me he convertido en un docente en modalidad virtual. No me desagrada. Pese a que me he estresado, siento que es un poco más tranquilo que las clases presenciales. Buscamos crear un vínculo con los alumnos, pero, al no involucrarnos tanto, el desgaste emocional y físico es menor. Por ejemplo, no he tenido problemas de disciplina. Y eso alivia el trabajo y lo hace más llevadero. Como me señaló el otro día una colega, con los años, el profesor siente más ese desgaste físico y emocional, y eso repercute en nuestro rendimiento. No es casualidad que muchos profesores mayores parecen hastiados de su oficio y la pasión parece ausente. No obstante, yo trato de dar lo mejor de mí, aunque a veces fallo. Por ejemplo, el otro día, hacía una retroalimentación de un ejercicio a un grupo de estudiantes. Al finalizar, una alumna me dice cordial: "¡Muchas gracias, profesor, por su paciencia. Disculpe por hacerlo renegar!". Yo suelto una carcajada. Le pregunto curioso: "Qué, ¿se me nota que reniego?". "¡Sí, profesor!", me contesta. Yo me río y le digo: "Gracias por la sinceridad" y, luego de despedirnos, me quedo pensando. Siempre hay cosas por mejorar. Siempre. Como una vez me dijo un profesor mío: "Nunca hay que creérsela".

miércoles, 15 de julio de 2020

Libros de cuarentena

En estos más de cien días de cuarentena, no hubiera podido sobrellevar esta, sino hubiese sido por mis amigos los libros. Estos eran como una bocanada de aire fresco que me permitieron oxigenarme y hacer más llevadero este encierro obligado. Básicamente, releí tres libros y leí dos nuevos. Entre los tres que releí, están las hermosas biografías de los tenistas André Agassi y Rafael Nadal. El primero titulado Open, que es una maravilla y está escrito por el periodista estadounidense J.R. Moehringer ganador del premio Pulitzer. El segundo, titulado Rafa, está escrito por el periodista británico John Carlín. En este ramo del tenis, leí también una novela de suspenso, del extenista Ilie Nastase, Break point. Sin duda, Nastase tiene talento no solo en el tenis, sino también en la escritura. 

El otro libro que releí es Contarlo todo, del escritor peruano Jeremías Gamboa. Me volvió a gustar y pasé momentos entretenidos, aunque fui más consciente de los logros y falencias de esta novela. Pero en el balance, es una bonita novela de aprendizaje que destaca por la sinceridad y los conflictos del personaje principal. Es también un muy buen retrato del mundo del periodismo y una oda a la verdadera amistad. Sin embargo, no es, como indicaron las campañas de marketing, una novela que haya revolucionado la literatura latinoamericana. Sin duda, existen mejores libros y más arriesgados. 

Finalmente, leí un libro que tenía pendiente y que me encantó: Rosaura a las diez, del escritor argentino Marco Deneví. Sin duda, el mejor libro de todos, tanto por su factura literaria, la pericia del autor, el uso del lenguaje, el manejo del suspenso y la intriga, el final inesperado, el humor, el tratamiento de los personajes, etc. 

Otros amigos, sin duda, fueron las películas y las canciones que escuché. Gracias a Lisbeth Salander y las películas de la saga Millenium; a la temporada 2 de Walking Dead; a Dos besos , del director Francisco Lombardi: a la saga de Batman, de Nolan; y entre los músicos, a Alejandro y María Laura, "Sana sana" es otra notable canción; a Cindy Lauper y su "All through de night"; y un larguísimo etcétera. Gracias, gracias.