martes, 31 de enero de 2023

Los de abajo

 

Los de abajo es una novela de Mariano Azuela sobre la revolución mexicana. Publicada, por primera vez, durante 1915, a manera de folletines, en el periódico El Paso del Norte, Azuela, quien fue doctor y testigo directo de la revolución de su país, plasmó en esta novela su visión de lo que significó este hecho histórico. 


La historia, contada a la manera de un western y con el uso del español mexicano de la época, relata las aventuras de Demetrio Macías, quien encabeza un grupo de revolucionarios simpatizantes de Pancho Villa y que se enfrentan a los federales del general Huerta, quien había traicionado y asesinado a Francisco Madero. Lo interesante de esta novela, además de la prosa bien trabajada  y la excelente caracterización de los revolucionarios que acompañan a Demetrio Macías en sus andanzas, es que muestra varias caras de lo que significó la revolución. Es decir, cómo esa visión idealista con la que partieron muchos revolucionarios fue mutando a una visión más interesada y de provecho propio; muestra cómo muchos de ellos no saben realmente por qué causa están peleando; muestra la división en facciones entre los revolucionarios, al caer Huerta, y la lucha encarnizada por el poder entre Pancho Villa, Emiliana Zapata y Venustiano Carranza. Además, muestra los excesos tanto de los federales (oficiales del Gobierno) como de los revolucionarios contra el pueblo al que dicen defender, a través de saqueos, matanzas, incendios. Por tanto, al final es pueblo es el sacrificado  y la revolución lo único que hizo fue empobrecer más a la gente. 


Los de abajo es una novela realmente valiosa no solo históricamente, sino también literariamente. Y su final, en el cual Demetrio Macías se ve acorralado por un grupo contrario, y al ver morir a sus compañeros, él se defiende disparando, es digno de las mejores películas western.


martes, 10 de enero de 2023

Poeta en Nueva York y Romancero gitano

 

                                                         
No soy asiduo a leer poesía, ya que en su mayoría considero que es hermética. Por eso, prefiero leer cuentos, novelas y crónicas. Sin embargo, aprovechando mi verano y luego de leer un libro de ensayos, me forcé a leer algo de poesía para cubrir o parchar mis baches o vacíos intelectuales. Con ese fin, desempolvé de mi biblioteca un viejo libro del español Federico García Lorca (1898-1936) que contenía sus poemarios Romancero gitano y Poeta en Nueva York. Pese a que la reseña me decía que era su poemario más difícil en cuanto a estructura y contenido, comencé leyendo Poeta en Nueva York. Sinceramente, hubo varios poemas que no entendí y cuyas únicas referencias y pistas que obtuve o procesé fueron gracias a los títulos o alguno que otro verso. Me gustó "Vuelta del paseo" que muestra el desasosiego del poeta en la gran urbe norteamericana al señalar, en uno de sus versos, que se siente "Asesinado por el cielo". Hay títulos de poemas que son bien gráficos respeto a la visión negativa de García Lorca respecto a la ciudad norteamericana, por ejemplo, "Paisaje de la multitud que vomita", "Paisaje de la multitud que orina" o "Panorama ciego de Nueva York" y otros bien descriptivos como "Ciudad sin sueño". Asimismo, uno de los mejores poemas a mi gusto es "Oda a Walt Whitman", aunque no entiendo o no estoy seguro del sentido que le quiere dar a la palabra "maricas".


Con respecto a su poemario Romancero gitano que, según la reseña, es su poemario más celebrado y que muestra al mundo gitano como representativo de la ciudad de Andalucía, es un libro más sencillo de entender -aunque no fácil-. Aquí, para mi gusto, el poema más sencillo y hermoso -y que se asemeja a esa poesía que destilan sus hermosas obras de teatro- es "La casada infiel". Sin embargo, hay otros poemas más complejos de leer, en los cuales uno siente que no cuenta con los conocimientos culturales y poéticos suficientes para aprehender ese rico y complejo mundo gitano, que es representativo de Andalucía y España. No es casual que García Lorca dijera respecto a su Romancero gitano: "El libro en conjunto, aunque se llama gitano, es el poema de Andalucía; y lo llamo gitano porque el gitano es lo más elevado, lo más profundo, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal".

 Fuente foto: Goodreads





jueves, 5 de enero de 2023

Diario de un profesor (81)

En medio de una clase que empezó a las 2 de la tarde, mientras explico un tema de redacción y el aula es un completo silencio, escucho -desde el fondo- algo parecido a un pedo. Por un par de segundos me quedo en silencio, no sé cómo reaccionar; por un lado, no estoy seguro si efectivamente es un pedo y, por otro lado, en medio de la multitud (son casi 40 alumnos), no tengo la menor idea de quién pudo haber sido. Un segundo después, vuelvo a escuchar otra flatulencia y veo que un muchacho hace un gesto de asco. Los demás se quedan en completo silencio y como si nada hubiese ocurrido. Decido, finalmente, poner un rostro de circunstancias  y continúo mi clase como si nada hubiese ocurrido. 

Cuando finaliza la clase, ya solo, pienso en la situación y reflexiono sobre si actué bien. No noté que hubiese malicia de parte de alguien; fue, seguramente, un hecho accidental, pienso. Recordé también, cuando tenía 19 años, y en una clase en la universidad, después del almuerzo, se me escapó un fuerte pedo y nadie supo cómo reaccionar y terminamos ignorando lo sucedido. Yo, totalmente avergonzado, sudé frío y agradecí que ni el profesor ni mis compañeros me hubiesen señalado con el dedo acusador. Por último, y de manera más jocosa, rememoré que en el colegio, en cuarto de media, un compañero se tiró un silencioso pedo que dejo la estela de un olor desagradable que se esparció por todo el aula. Algunos compañeros esbozaron muecas de asco y desagrado, otros se levantaron de sus carpetas como echándose aire. La profesora de inglés suspendió la clase y conmino a que se levantara aquél que se tiro el silencioso gas con olor asesino (nadie sabía quién había sido). Por supuesto, nadie se levantó y ese día la profesora no hizo clase para beneplácito de los alumnos. Lo mismo ocurrió en la siguiente clase. 




domingo, 1 de enero de 2023

La llamada de la tribu

 

La llamada de la tribu es un libro de ensayos del 2018 del escritor peruano Mario Vargas Llosa. En este libro, el premio Nobel de Literatura hace un repaso por los intelectuales que lo han influido y lo llevaron a profesar la doctrina liberal. Tal como indica en la introducción, esta obra es una autobiografía intelectual de Vargas Llosa quien en su juventud fue socialista, pero luego -desengañado de la utopía socialista- fue adoptando una postura liberal. 

Aquí el escritor peruano examina -con buena prosa y lenguaje sencillo- la vida y las ideas de siete pensadores liberales que lo han marcado: Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedrich von Hayek, Karl Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlin y Jean-Francois Revel. Leyendo las ideas de estos intelectuales, y tal como indica Vargas Llosa, uno descubre que el liberalismo tiene varios puntos en común, pero también muestra diferencias en los pensamientos de estos autores. Asimismo, el liberalismo presenta diferentes caras: el económico, el social, el político, etc. Por ejemplo, el español Ortega y Gasset era liberal en los planos social y político, pero no en el plano económico. Por otro lado, y leyendo a estos diversos autores, uno ve que Vargas Llosa comparte, como Karl Popper, la idea de que el Estado debe entrometerse lo mínimo posible en el mercado (los privados) y darle libertad a las iniciativas individuales (ya que estas son generadoras de riqueza); sin embargo, coincide con Popper en que no basta con el liberalismo económico, sino que este debe ir  acompañado de un liberalismo social y moral que combata los abusos del mercado  y la corrupción. Y para eso, el Estado sí debe crear una base de igualdad de oportunidades a partir de una educación pública gratuita y de calidad, de iniciativas de orden social como "la jubilación, seguros de desempleo y accidentes de trabajo", además de una vida cultural rica y asequible para todos. Asimismo, ambos -y todos los pensadores liberales- defienden la libertad, ya que "los controles económicos, sociales, culturales, van recortando las iniciativas y libertades hasta abolir la soberanía individual y hacer del ciudadano un mero títere". 

En suma, este libro es muy recomendable y muestra que Vargas Llosa es un intelectual de las ideas y que el liberalismo es una doctrina que defiende al individuo, la libertad, la capacidad de crítica, la democracia, al mercado, pero también posee un lado humano, ya que esta defensa al libre mercado debe ir acompañado de un fuerte componente social y moral por parte del Estado y la sociedad.