“Elogio de la madrastra” (1988), de Mario Vargas Llosa, es una muy interesante novelita erótica. La historia de Fonchito y de su madrastra, aunque no llega a despegar y convencer del todo, sí, en ciertos momentos, enciende y perturba al lector. Definitivamente, las mejores partes son cuando Vargas Llosa toma como excusa los cuadros anexos a la novela (aquella donde sale Venus desnuda en la cama junto a Eros y un organista que le observa el sexo a ella; la Anunciación,etc.) y despliega su imaginación y fantasía para mostrarnos sus deseos más ocultos y, por ende, más humanos. Además, el arte de acicalarse de Don Rigoberto, antes del hermoso acto sexual, es divertido y conmovedor: cada parte del cuerpo debe estar preparada para el más hermoso goce junto con la mujer amada…Esta novela, sin lugar a duda, y sin ser una obra maestra, es una joyita literaria que vale la pena leer…En mi humilde opinión, la mejor parte de la novela es aquella donde se describe el cuadro de Venus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario