viernes, 3 de octubre de 2014

El potro salvaje

En segundo de media, leí el cuento "El potro salvaje" del uruguayo Horacio Quiroga. Y se me quedó grabada para siempre la historia de aquel caballo que cuando joven su máxima pasión era correr como el viento. Era un placer para él que la gente lo vea correr y entregarlo todo, a pesar de que solo recibía un poco de pasto de recompensa. Sin embargo, con los años, ya adulto y exitoso, el potro pierde esa pasión y, aunque mantiene su velocidad, ya no se entrega como antes y reserva sus energías...Hoy me acordé de este cuento, porque a muchos (y de repente a mí) les pasa o les puede pasar lo que le ocurrió al protagonista de este hermoso cuento. En mi caso, también siento que en mi oficio (la docencia)  poco a poco voy perdiendo la pasión inicial y me pregunto si terminaré como el potro salvaje. O por el contrario, consciente de mi pérdida de pasión, buscaré la forma de volverla a encontrar y, hasta el último día que me dedique a enseñar, entregaré lo mejor de mí incluso sabiendo que aunque algunos no reconozcan mi esfuerzo, yo estoy entregando mi vida. Creo que ahí está la clave de la historia de Quiroga: en no perder la pasión o en volverla a encontrar.

Comparto el enlace con el cuento:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/quiroga/el_potro_salvaje.htm

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