martes, 1 de enero de 2013

Corazón tan blanco


Corazón tan blanco es un libro del escritor español Javier Marías (1951), publicado en 1992. Fue una novela que le dio bastante reconocimiento a su autor y que fue traducida a varios idiomas. Recuerdo que la compré hace algunos años, porque la aconsejó el escritor peruano Renato Cisneros, quien dijo que aquella le había cambiado su visión del amor. Movido por la curiosidad la compré, pero el bendito libro guardó el sueño de los justos por un par de años, hasta que hace un mes la empecé a leer en mis pocos espacios de ocio. He aprovechado estos días feriados para terminar de leer la novela.

Respecto a esta, puedo decir que me gustó, que me parece un libro interesante y sí, de alguna manera, te cambia, como dijo Cisneros, tu visión del amor. Pero también debo decir que, de las trescientas hojas que se compone el libro, las primeras cien resultan algo aburridas, pues no me llegaba a conectar con la trama y pensaba en abandonarla. Sentía que Marías, a veces, se perdía en sus reflexiones filosóficas que pretendían ser originales, pero que a mí me aburrían un poco; además, se iba, en ocasiones, por las ramas, contándonos detalles de personajes secundarios que no consideraba relevantes para la historia principal: la sensación de desgracia que tiene el personaje principal (Juan, un intérprete español) sobre el futuro de su reciente matrimonio.

Sin embargo, conforme va transcurriendo la historia (pasada la página 100), uno se va sumergiendo en ésta, va entendiendo que esas reflexiones anteriores tienen conexión con el argumento principal o con el conflicto que vive el personaje. Así, la historia comienza a coger ritmo a partir de la conversación que tiene Juan con su padre, durante la fiesta de matrimonio, y este le pregunta a aquel: "Ya te casaste ¿y ahora qué?"  Es entonces, que entendemos que el padre también guarda un secreto o misterio que tiene relación con la sensación de desastre que experimenta el protagonista…Uno siente como si Marías ya agarró ritmo con la novela y es ahí cuando la historia cobra interés, vuelo narrativo, excelentes reflexiones y su prosa empieza a lucirse. A pesar de eso, el final, aunque es bueno (Juan y su esposa descubren el secreto que guarda Ranz, el padre  de aquel), las últimas páginas abusan, nuevamente, de las reflexiones filosóficas que a veces resultan contraproducentes, en mi humilde opinión.   

En resumen, Corazón tan blanco es una novela muy interesante, que merece la pena leerse, pero no llega a ser una obra maestra, pues tiene momentos altos (en los que se aprecia el talento de Marías), pero también otros en los que decae el interés.  

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