miércoles, 13 de marzo de 2013

La vida exagerada de Martín Romaña

La vida exagerada de Martín Romaña (1981) es una de las obras más conocidas del escritor Alfredo Bryce Echenique, junto con Un mundo para Julius (1970) y Huerto Cerrado (1968). Aquí en La vida exagerada de Martín Romaña, Martín – el narrador y personaje principal- nos cuenta la historia de su “crisis positiva” y de su viaje a París para ser escritor y los mil y un hechos exagerados que pasa en París y España, además de cómo su relación con Inés se va a la deriva.


Esta novela refleja claramente el título, pues vaya que Martín –el álter ego de Bryce- pasa por las situaciones más exageradas que uno se pueda imaginar. Resulta también exagerado el volumen del libro, pues comprende cerca de 600 páginas. Para un lector común y corriente este sería el simple anecdotario de un “caído del palto”, un zopenco, que producto de su falta de carácter es abandonado por su mujer y sufre de depresión y alucinaciones. Sin embargo, esta novela, gracias a su humor y ternura, que están presentes siempre, logra que uno se identifique con su personaje principal y le agarre cariño.

Eso sí, debo decir, en mi humilde opinión, que el libro se lee, no porque uno quiere saber cómo acaba la historia –ya que desde el inicio el narrador anuncia que nos va a contar de su crisis existencial y su rompimiento con Inés-, sino por el humor y la manera en que está contada. Bryce, a pesar de que el libro no es parejo y hay partes no logradas y aburridas, hace que nos riamos, principalmente, cuando nos cuenta sobre cómo Martín parte y llega hacia París o cómo vive Mayo del 68. Sobre todo, estas dos partes son las más hilarantes y uno se desternilla de risa. Por el contrario, siempre en mi opinión, el vía crucis rectal no me resulta tan divertido. Sin embargo, el epílogo final, donde cuenta su reencuentro con Inés después de varios años y cómo Octavia de Cádiz lo salva del naufragio existencial, que narrará en el próximo libro (El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz), es un bonito final para la novela.

Creo, finalmente, haciendo las sumas y las restas, que La vida exagerada de Martín Romaña es un libro exagerado y ahí está su virtud y su principal defecto. Es un libro desmesurado, que fácil se pudo reducir a 300 o 400 páginas, pero que vale la pena ser leído porque refleja una sensibilidad y humor particulares . Y también creo que las mejores páginas de Bryce, por lo que he leído, se encuentran en algunos de sus cuentos y en Un mundo para Julius.

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