domingo, 19 de abril de 2015

Richard Linklater y el paso del tiempo


Luego de ver Boyhood (2014) y la trilogía Antes del amanecer (1995), Antes del atardecer (2004) y Antes del anochecer (2013), no queda más que decir que el director de cine estadounidense Richard Linklater (1960) ha tocado con éxito uno de los grandes temas del ser humano: el paso del tiempo. En estas películas se palpa, se aprecia en sus protagonistas cómo el paso de los años nos va modificando no solo en los externo o los físico, sino también en lo interno, en lo espiritual. Sin embargo, sus películas también son un registro de lo que un día fuimos, de nuestro pasado imborrable y que siempre llevamos a cuestas como una mochila pesada o liviana.

Viendo la trilogía de la historia de amor entre Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy) uno puede reconocer el paso de los años, la pérdida de los ideales, el envejecimiento físico de cada uno, pero también que nuestra esencia se mantiene y que una ráfaga de esperanza siempre se cierne para sacarnos del limbo que a veces es la vida. Igual ocurre con Boyhood, que con grandes elipsis temporales, permite  presenciar el paso de la niñez a la adolescencia de su protagonista Mason (Ellar Coltrane). Cómo no identificarse con los problemas que va sufriendo el protagonista, cómo quedar indiferente ante esos cambios físicos evidentes que sufre Mason en tan pocos años. Es la vida fluyendo, el tiempo haciendo su trabajo invisible y meticuloso, y Richard Linklater capta con su arte ese tema (el tiempo) que nos produce vértigo por cómo avanza y erosiona todo a su paso.


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