martes, 5 de abril de 2016

Cinco esquinas

Cinco esquinas (2016) es la última novela de nuestro Premio Nobel Mario Vargas Llosa. Publicada hace un mes, antes de que el autor cumpla 80 años, ha recibido críticas diversas: algunos alabándola, otros censurándola. Personalmente, creo que es una novela menor de Vargas Llosa, pero a pesar de eso está por encima del promedio y resulta de interés.

La novela relata -tomando como telón de fondo la época del gobierno autoritario de Alberto Fujimori, en la década de los 90s-  el chantaje (¿real? ¿ficticio? ¿real-ficticio?) que sufre el acaudalado ingeniero minero Enrique Cárdenas por parte de Rolando Garro, el inescrupuloso director de un semanario amarillo, Destapes, quien le exige dinero a cambio de no ventilar las fotos de aquel en una orgía. Cárdenas se niega a pagarle a Garro y éste se venga publicando las imágenes en su semanario. La novela cobra un giro radical con la inesperada muerte de Garro y el encierro en la cárcel del ingeniero Cárdenas. A partir de ahí, el peso de la novela consiste en saber quién mató a Garro y por qué.

Como muchos indican, incluso el mismo Vargas Llosa, el tema que "impregna toda la historia, es el periodismo, el periodismo amarillo". Y agrega el Nobel: "La dictadura de Fujimori utilizó el periodismo de escándalo como una arma política para desprestigiar y aniquilar moralmente a todos sus adversarios. Al mismo tiempo, también está la otra cara, cómo el periodismo, que puede ser algo vil y sucio, puede convertirse de pronto en un instrumento de liberación, de defensa moral y cívica de la sociedad. Esas dos caras del periodismo son uno de los temas centrales de Cinco esquinas". Y es cierto, estas dos facetas se reflejan bien en esta novela.

Cinco esquinas es una novela de poco más de 300 páginas compuesta de 22 pequeños capítulos, salvo el capítulo 20 (que es más extenso). Cada capítulo lleva un pequeño título. Personalmente, opino que este libro está relacionado o emparentado con la novela anterior: El héroe discreto. En ambas, Vargas Llosa renuncia a los grandes tecnicismos formales de la mayoría de sus novelas (salvo uno que otro momento) y se dedica a escribir historias sencillas y bien contadas sobre la sociedad peruana, con una prosa bien cuidada, pero que se vale de los diferentes registros del lenguaje. Es cierto, también, que es una novela menos ambiciosa, pero en su "simplicidad" esta novela está bien estructurada y bien escrita. Eso sí, la crítica al regimen de Fujimori y a su asesor Vladimiro Montesinos (el "Doctor") pierde peso y carece de la profundidad que adquiere en la brillante Conversación en la Catedral.  Además, el otro tema de la historia (el erotismo), tiene momentos que están mejor logrados que otros, y la relación lésbica entre los personajes de Marisa y Chabela no llega a cuajar del todo; sin embargo, reconocemos, el riesgo asumido por Vargas Llosa en plantear una relación lésbica y cómo se adentra en el tema del deseo, de la carne (¡nadie pudiera pensar que el escribe sobre esos temas libidinosos apelando a la jerga y a las lisuras más fuertes, es un hombre de 80 años!).

Otro mérito de Vargas Llosa es que, a pesar de radicar hace muchos años en el extranjero, hace una buena radiografía de la sociedad peruana (en este caso, la limeña) y de sus diferente tipos de ciudadanos. Aquí representa de manera verosímil a personajes de clase alta (el ingeniero Enrique Cárdenas, el abogado Luciano Casasbellas y las esposas de ambos), como de la clase baja (la periodista Julieta Leguizamón "La Retaquita", Juan Peineta, etc.); además de describir muy bien aquel Centro de Lima donde se ubica el emblemático barrio de Cinco esquinas.

En síntesis, Cinco esquinas, a pesar de ser una novela menor de Vargas Llosa, es un libro de lectura amena, que está bien escrito y estructurado, y que refleja una época de nuestra historia que no debemos volver a repetir.


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