martes, 14 de junio de 2016

¿Vale la pena seguir escribiendo?

Me falta corregir un cuento, para terminar mi libro. La verdad siento, salvo uno que otro relato, que el libro aún no cuaja y falta trabajarlo más (pero ya llevó años trabajando éste y ya es hora de concluirlo). No importa, ya me prometí que de este año no pasa. Por otro lado, en estos meses de escritura o corrección final he sido consciente, más que antes, de mis limitaciones, de la sensación o casi certeza de ser "un escritor limitado". Sin embargo, eso no me desanima a terminar mi libro y hacerlo lo mejor que pueda con mi pequeño talento. Creo que el problema no radica en si tienes un gran o pequeño o nulo talento, la cuestión está en escibir eso que te nace de las entrañas y dar tu vida por eso. Escribir, al fin y al cabo, es una deuda contigo mismo y no con los demás (aunque, claro, lo ideal es que lo que escribas tenga calidad y conecte con los lectores).

No obstante, lo que sí me ha hecho dudar sobre seguir escribiendo, luego de terminar este libro, es si realmente vale la pena escribir. Personalmente, durante el proceso de corrección final, me he sentido muy sensible (demasiado diría yo) y he sentido, emocionalmente, que me siento más débil, con menos confianza en mí; es decir, como si en vez de fortalecer mi mente, mi actitud, estuviera regresando a aquellas épocas de inseguridad adolescente. Y es que valgan verdades, la literatura, en gran medida, está poblada de protagonistas insatisfechos, perdedores, quebrados emocionalmente, vacíos, heridos, solitarios, que no conectan con la gente o el mundo que lo rodea. Y ahora que uno ya es adulto, y tiene que fortalecer su actitud positiva frente a la vida, estos personajes de la literatura no contribuyen a esa meta. Igualmente, escribir nace de una herida y volver a recordar esas heridas, que ya tenías olvidadas o cicatrizadas, duelen y afectan el alma. Por eso, me pregunto, ¿vale la pena seguir escribiendo? Por otro lado, sé que escribir a veces es una terapia, que te ayuda a conocerte a ti mismo, pero una vez que ya te conociste, ¿no es mejor olvidar el pasado y labrar un futuro exitoso?

Una solución a lo anterior, pienso, sería dejar de escribir historias tristes, melancólicas, que no hablen de derrotas o fracasos, sino de triunfos. ¿Pero eso no empobrecería mis relatos? Lo más seguro es que sí. Finalmente, la literatura no da dinero, y a mi edad, ya uno es consciente, de la importancia de lo material, que no lo es todo (por supuesto), pero sí es fundamental para necesidades básicas de la vida. Entonces, me pregunto, ¿no será hora de dejar de pensar en seguir escribiendo y comenzar a asegurar mi futuro económico a pesar de que, en el fondo, eso no te dé la felicidad? ¡Hay que buscar el punto medio, esa es la cuestión!

En todo caso, voy a terminar de escribir ese bendito libro y luego ya veré. 
 

2 comentarios:

Lorena Milagros Soto Estela dijo...

Te lo debes a ti mismo, así que... sigue escribiendo! Además, me gustaría seguir leyéndote.

Saludos!

Jorge Rodríguez Gil dijo...

Gracias por comentar, estimada Lorena! Un abrazo!