miércoles, 18 de enero de 2017

El extranjero

Publicada en 1942, El extranjero, del francés Albert Camus (1913-1960), es considerada una de las obras maestras de la literatura. Recuerdo haber leído dicha novela en la universidad y me causó una gran impresión y, por supuesto, me pareció un hermoso libro digno de figurar entre los clásicos... Pues bien, he tenido oportunidad de releerlo y he confirmado algunas opiniones y otras no.

En primer lugar, he confirmado que una obra maestra no necesita ser extensa. El extranjero es una novela corta, de poco más de cien páginas (al igual que El viejo y el mar, de Hemingway; o Los cachorros, de Vargas Llosa), pero igual es una novela formidable muy superior, de lejos, a libros mucho más extensos. En segundo lugar, una obra maestra tampoco necesita de grandes recursos técnicos (El extranjero está escrita en primera persona, casi de manera lineal); sin embargo, es una obra poderosa, muy bien contada y escrita, que no te deja tregua y te envuelve de principio a fin. En tercer lugar, el protagonista de la historia, Meursault resulta -como todo personaje principal- rico y complejo y su "extraño" o "particular" comportamiento es fuente de diversas lecturas o interpretaciones. Por ejemplo, unos ven a la novela de Camus como "una lúcida descripción de la carencia de valores del mundo contemporáneo"; y otros como "un símbolo o un alegoría" de aquel absurdo mundo contemporáneo. Con todo, el mismo Meursault es un protagonista poderoso -a pesar de ser un hombre común y corriente- y eso hace que la novela también lo sea. Finalmente, compuebo que, incluso, las obras maestras no son perfectas: tienen picos altos y también momentos no tan logrados. Y El extranjero no es la excepción (para mi gusto). La primera parte del libro, compuesto de 6 breves capítulos, y que finaliza cuando Meursault, sin motivo aparente, mata a un árabe en la playa, es simplemente brillante. La segunda parte, que comprende desde el arresto de Meursault hasta su condena a morir guilotinado, es buena, interesante, persuasiva, sugerente, pero -en mi humilde opinión- no es tan redonda como la primera parte. Es cierto que son excelentes las descipciones que hace Mersault de sus días en la cárcel, o del absurdo juicio que recibe y la indiferencia y aburrimiento de él; pero el final abierto, ya no me resultó tan conmovedor como la primera vez que lo leí en la universidad. En todo caso, es una apreciación y no una sentencia.

En conclusión, El extranjero es una hermosa novela que vale la pena ser leída y que trata -en mi opinión- sobre el absurdo de la existencia y la indiferencia al mundo que nos tocó vivir. Meursault, el antihéroe protagonista, es un claro reflejo de ello. ¡Muy recomendable!











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