miércoles, 14 de marzo de 2018

Diario de un profesor (56)

Extraído de un fragmento del cuento "Agárrame fuerte, no me sueltes", de la canadiense Alice Munro, premio Nobel de Literatura 2013

"...Más bien parecía un hombre que se tenía en tan buen concepto que podía permitirse ser algo dejado. Tenía un cuerpo robusto y fuerte. Un rostro cuadrado y lozano, cabello blanco ahuecado que le surgía como un adorno vigoroso alrededor de la frente. Estaba encantado de que ella (Hazel) le hubiese tomado por el camarero, como si eso pudiera ser una especie de jugarreta que él le hubiese gastado. En la clase ella le habría tomado por un posible alborotador, no de los ruidosos ni de los tontos, ni de la clase definitivamente despectiva y hastiada, sino de los que se sientan en la parte de atrás de la clase, inteligentes e indolentes, y hacen observaciones de las que no puedes estar totalmente seguro. Subversión mansa, astuta y decidida..., una de las cosas más difíciles de erradicar en una clase. Lo que hay que hacer (Hazel les había dicho esto a los profesores más jóvenes, o a aquellos que tendían a desanimarse más fácilmente que ella), lo que hay que hacer es encontrar alguna manera de desafiar su inteligencia. Convertirla en una herramienta, no en un juguete. La inteligencia de una persona así está infrautilizada". 

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