miércoles, 14 de marzo de 2012

Luz de agosto


Luz de agosto (1932), del escritor y nóbel norteamericano William Faulkner, es considerada una de las obras maestras del autor y uno de los clásicos imprescindibles de la literatura. Vargas Llosa así lo considera y ha escrito varios ensayos al respecto. Lo respaldan otros autores importantes. Personalmente, mientras la leía, estuve de acuerdo con ellos hasta la primera mitad: pensaba que dicha novela era, sin duda, una obra maestra y William Faulkner un gran autor. Sin embargo, la segunda mitad se vuelve más tediosa, pesada, el estilo de Faulkner se vuelve barroco, por decir algo, e impide la lectura, el goce. El penúltimo capítulo (el 20), por ejemplo, se torna confuso, inextricable, hermético. A pesar de eso, en el último capítulo, Faulkner retoma la simplicidad y termina siendo un buen final para la historia de Lena Grove que busca a Lucas Burch, el padre de su hijo.

Lo mejor de la novela, como ya dije, es la primera parte. La parte en donde el autor cuenta y reconstruye la historia de Joe Christmas, este blanco de sangre negra que termina matando a una mujer mayor, es simplemente brillante. Esos saltos en el tiempo, ese detalle minucioso de las etapas de su vida, esa capacidad de describir y jugar con la técnica, recuerda por qué Faulkner es maestro de Vargas Llosa, García Márquez y otros importantes autores. Así, si uno quiere rastrear las influencias de Vagas Llosa, al menos en la técnica, tiene obligatoriamente que leer al escritor norteamericano.


A pesar de todo esto, creo que Luz de agosto no llega a ser una obra maestra. Sí tiene momentos brillantes, pero también tiene momentos muertos, fallidos, complejos pero no en el buen sentido, y a pesar del buen final, no quita que la novela presente falencias importantes. Finalmente, lanzo una pregunta: ¿será, acaso, que Luz de agosto ha envejecido con el tiempo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajaja que buena broma, tus dos parrafitos pedorros no hablan ni de lo minimo que es esta grandiosa novela. Vuelve a leer y no te pongas a criticar a lo bestia algo que esta muy por encima de tu coeficiente.

Anónimo dijo...

Buena novela, pero no te la cargues con Faulkner y, ¿que tiene que sea influencia de Vargas Llosa o de Chuchito? Usté visite abismos sin preguntar quién ha estado en ellos.