El escritor argentino Manuel Puig (1932) publicó El beso de
la mujer araña en 1976. Esta es una de sus novelas más conocidas e incluso se
la llevó al cine en el 85. El argumento gira sobre dos personajes que conviven
en la celda de una cárcel: Valentín, un revolucionario, y Molina, un homosexual
acusado de corrupción de menores. Ambos, para sobrevivir, se cuentan historias;
más precisamente Molina le cuenta a Valentín historias que vio en el cine y que
le gustaron. Estas historias les permite evadir la cruda realidad de estar encerrados,
además de soñar y sobrevivir. Este vínculo, posteriormente, se vuelve más
cercano y llega a crearse un vínculo afectivo y sexual entre los dos.
Luego de leer la novela, o durante la lectura de la novela, pensaba en la crítica que le hizo Vargas Llosa a aquel autor al no considerar como literatura lo que este hacía. En parte, su crítica tiene cierto asidero. La obra de Puig, o al menos esta novela, no es la típica novela que uno suele leer, sino que es una obra diferente, particular, con una sensibilidad especial, que posee además largas notas al margen, a manera de ensayos, que tratan sobre la identidad sexual, en específico la homosexualidad. Sin embargo, y a pesar de lo inclasificable y a veces desconcertante novela de Puig, debo resaltar que es un libro interesante, hay partes que son buenas (por ejemplo, aquellos relatos melodramáticos y simbolistas que le relata Molina a Valentín), e incluso esas notas al margen a manera de ensayo resultan valiosas. Por si fuera poco, Puig mezcla diversas técnicas en la confección de su novela: diálogos, ensayo, informe, monólogos.
En suma, creo que la novela de Puig es interesante ya que refleja una sensibilidad y un estilo diferentes. Ahí radica su valor. Pero creo también, en mi humilde opinión, que no llega a ser un gran libro o una obra maestra.
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