domingo, 29 de septiembre de 2013

Los cuatrocientos golpes


Conocida también como “Los incomprendidos”, “Los 400 golpes” (1959) fue el primer largo del director francés Francois Truffaut (1932) y cuenta la historia de Antoine Doinel, un púber que tiene problemas de adaptación en el colegio y con su familia, lo que lo lleva a ser un incomprendido y un rebelde inadaptado en la sociedad que le toca vivir. Dicho personaje de Antoine Doinel (álter ego del mismo Truffaut) aparecerá luego en posteriores películas como "Besos robados", "Domicilio conyugal", la magnífica "El amor en fuga", siempre interpretado por el actor Jean Pierre Leaud.

Luego de ver la película, uno queda conmovido por el talento que demuestra Truffaut en su primera película (antes había dirigido dos cortos). La cinta es bella visualmente y en la trama que relata. Este periplo del niño protagonista que no se adapta a la escuela, que se rebela a esta y demuestra conductas delictivas, y sin embargo, muestra también la otra cara de la moneda: el drama que sufre Antoine por parte de sus padres y la escuela y que explican el porqué de su comportamiento y su actitud: encuentra a su madre besando a otro hombre; ella no parece muy interesado en Antoine y solo lo regaña; un día escucha que su madre, cuando estaba embarazada de él, quiso abortar, pero su abuela lo impidió; su padrastro hace lo que puede pero al final lo abandona internándolo en un centro de reclusión juvenil; su maestro lo regaña y castiga a veces injustificadamente y el castigo que hace que él abandone la escuela –lo acusa de plagiar una redacción- es injusto, etc. Y todo eso lo conduce a Antoine a la rebeldía, a querer huir, escapar, a cometer fechorías junto con un amigo de la escuela que tiene similares problemas.

Pero claro, la película no solo es la trama, sino también la belleza visual de los planos e imágenes, la sincronía del montaje con la música, y es ahí que Truffaut se luce  y hace poesía visual. La escena final de Antoine escapando del centro correccional y corriendo sin rumbo desconocido, hasta llegar al mar, es simplemente hermoso. Ese plano de él llegando al mar, sintiendo el agua correr entre sus pies y luego voltea y la cámara hace un primer plano de su rostro, un rostro de niño-adolescente desconcertado sobre lo que le depara el futuro, es francamente increíble. Sin duda, es una película de visión obligatoria y más tratándose del mismo personaje (y actor) que aparecerá en otras películas del director francés, como la también maravillosa “El amor en fuga” (1979).

Posdata: Película completa, en muy buena calidad.
http://www.youtube.com/watch?v=F8c9gzNBNyw


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