domingo, 8 de septiembre de 2013

Mar de Copas


Foto: Diario El Comercio
El viernes pasado acudí al bar La Noche a ver a Mar de Copas, considerado por muchos el mejor grupo de rock peruano. Recuerdo que en la Universidad decía que no me gustaba, a pesar de que solo había escuchado dos o tres canciones. Decía, ese joven adolescente que fui, que Mar de Copas hacía una música para niños. Me sonrojo ahora de solo recordar esta penosa frase.

Hace como seis meses, me compré un disco con los éxitos de Mar de Copas. Lo coloqué en mi auto y los he estado escuchando una y otra vez en este tiempo. Y me pasó algo inexplicable: me fue gustando cada una de sus canciones, luego me fue encantando y pasé casi a estar enamorado. Es cierto, las canciones de Mar de Copas tienen algo de música tierna como para niños (como canciones de cuna), pero me di cuenta que dentro había una sensibilidad especial, un sonido único o particular, letras metafóricas que conformaban un universo propio del grupo. Sus canciones son parecidas pero diferentes a la vez. Y sobre todo transmiten, emocionan, cautivan. Y eso me ocurrió a mí. Y pensaba: este grupo peruano no tiene nada que envidiar al mejor grupo extranjero. ¿Por qué, entonces, a pesar de que cuenta con un buen y fiel número de seguidores, no cuenta con el reconocimiento que se merece?

Con esa idea fui al concierto y tras escucharlos creo que tengo algunas respuestas. Me parece, que no les ha interesado ser mediáticos, de complacer a los medios y a veces ni a su público. En lo que sí han sido fieles, y de ahí sus buenas canciones y discos, es que han sido fieles consigo mismos, parece que no se han traicionado.  Y esto lo digo porque en el concierto, que coincidía con el lanzamiento de su disco Seis, se dieron el lujo (¿o el capricho?) de tocar canciones que la mayoría de su público no conocía, salvo sus fanáticos que eran la minoría. Es cierto que debe ser aburrido tocar las mismas canciones una y otra vez, pero si Paul McCartney o Charly García (monstruos de la música) lo hacen, por qué no ellos también. Creo que está bien que a veces ignoren lo que pide su público, y toquen lo que les sale de los forros, pero también deben llegar al balance, al justo medio y saber equilibrar lo que quieren hacer con lo que el público desea. Y además, ellos no tienen solo 2 o 3 canciones, sino que tienen por los menos unas 15 canciones que ya son clásicos. Por tanto, podían satisfacer a ellos y su público y todos contentos. Sin embargo, durante dos horas nos soplamos canciones que desconocíamos (me imagino que muchas de su nuevo disco), aunque algunas estaban bien, y solo los últimos 15 minutos del concierto, como si nos estuviesen haciendo un favor, tocaron 3 clásicos y eso fue todo. Claro, lo anterior no busca desmerecer la calidad del grupo (que es excelente), pero caramba hay que también buscar que el público salga contento.

A pesar de todo eso, Mar de Copas es un grupo que como peruano me enorgullece y que hay que escuchar más.

http://www.youtube.com/watch?v=6MLLxHaBfAw

http://www.youtube.com/watch?v=BBHnYUZsUXU


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