miércoles, 28 de junio de 2017

Nada que decir...solo palabras

Nada que decir...solo palabras. La vida muchas veces no es como uno quisiera que sea. La realidad está tan lejos de tus sueños. Y sin embargo, hay cierta belleza en ese abismo que separa a ambos. Belleza en tratar de calzar esos sueños con la realidad que te da la espalda y se burla de ti. Pero no importa, uno lo intenta una y mil veces a pesar de que nunca logres tu objetivo. Y ahí radica la belleza de la vida: en seguir perseverando pese a que muchas veces quedes desalentado sintiendo que has fracasado una vez más. No importa. No hay que rendirse. Hay que seguir bregando.

Hay momentos en la vida en que uno siente que esta va tomando rumbo, que uno va creciendo, superándose, haciéndose más hombre o más mujer. Pero hay otros, en que percibes que tu vida no cobra sentido, que todo es caos y alboroto. Que en vez de avanzar y progresar, retrocedes y te estancas y te vuelves un mediocre.

Hay momentos en que revisas los sueños que has cumplido y te sientes orgullo por algunas de aquellas metas logradas. Pero hay otros instantes, en que ves que muchos de tus sueños se ven cada vez más lejanos e imposibles de alcanzar.

No importa. Hay que seguir batallando. No ceder. Mantener nuestros ideales, nuestra bondad, nuestra nobleza. No volvernos una mierda, porque la sociedad así lo sea. Por el contrario, hay que reír, hay que sacar lo mejor de nuestro carácter, arriesgarse, atreverse a decir y hacer nuevas cosas a pesar del miedo; a luchar aunque las fuerzas sientas que te abandonan. Es ahí donde debemos golpear más fuerte. Apoyarse en nuestro corazón, aquel que tiene todas la respuestas o la mayoría de ellas.




No hay comentarios: