jueves, 13 de julio de 2017

Gilles Muller



Gilles Muller, tenista profesional, nació en Luxemburgo en 1983. Tras una carrera auspiciosa en juveniles (llegó a ser el número 1 de su categoría en el 2001), pasó al circuito profesional. Sin embargo, el cambio le afectó, pues recién el 2005 -a los 22 años- pudo disputar sus primeros Grand Slams de manera seguida. Pese a eso, los resultados no le acompañaron. Del 2005 al 2007, fue derrotado, la mayoría de veces, en primera o segunda ronda. Su mejor performance fue en Wimbledon, del 2005, donde accedió a la tercera ronda, luego de derrotar a un jovencito Rafael Nadal que acababa de ganar el Roland Garros. 

En el 2008, a los 25 años, luego de no jugar los primeros tres Grand Slams del año, llegó a cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, perdiendo en dicha instancia con Roger Federer en un ajustado partido (6-7/4-7/6-7).  Esta fue la mejor actuación de su carrera. 

Luego de no participar en ningún Grand Slam el 2010 (tal vez, por motivos de lesión o quizá personales), retomó el circuito el 2011, alcanzando una 3ra ronda en Wimbledon y una 4ta ronda en el US Open. Su verdugo en ambas fue el español Rafael Nadal, ya entonces consagrado. En Wimbledon, Muller había perdido 6-7/6-7/0-6 y en el US Open 6-7/ 1-6/ 2-6. A estas alturas, quedaba claro que Gilles Muller (1 metro 93 de estatura) era un buen tenista, con un excelente saque, que en sus mejores momentos podía hacerle sombra a los mejores tenistas; no obstante, le faltaba fortaleza mental y, por tanto, era irregular en su desempeño. 

Esto se hizo visible en años posteriores, ya que, salvo una 4ta ronda en el Abierto de Australia (en el 2015), perdió en 1ra. o 2da. en los demás Grand Slams que participó. Este año 2017 no fue la excepción: perdió en 2da. ronda en Australia y en 1ra. en el Roland Garros. Sin embargo, Muller, pese a sus limitaciones, y a sus 34 años a cuestas, perseveró y eso lo llevó a obtener títulos pequeños de la ATP World Tour 250 series. Por ejemplo, en mayo llegó a la final de Estoril y ganó, en enero, el torneo de Sydney; y en junio, en hierba, el de Hertogenbosch. Fue así que ascendió en el ránking mundial y escaló al puesto 26. 

Muller llegó al Wimbledon 2017 como cabeza de serie 16. Y para sorpresa de muchos, firmó su mejor actuación en su carrera deportiva. En 2da. ronda le ganó al checo Rosol en cinco sets. Luego de vencer al británico Bedene en tres sets, le tocó enfrentarse en 4ta. ronda con un viejo conocido: Rafael Nadal. Gilles Muller sabía que si él confiaba en sí mismo, si se concentraba y daba todo de él, podía vencer al reciente campeón de Wimbledon y número 2 del mundo. Solo Muller sabía que lo mejor de sí salía en los momentos más difíciles, y que era hora de demostrárselo. Luego de ganar los dos primeros sets con relativa facilidad: 6-3 y 6-4 (y para sorpresa de los aficionados ingleses), Nadal comenzó a remontar. El español se hizo de los dos siguientes: 3-6/4-6. Gilles Muller supo entonces que no se podía dar por vencido. Sería Nadal su oponente, pero él ya le había ganado antes. Sería Nadal su adversario, pero Muller tenía un magnífico saque y debía aprovecharlo. Sería Nadal su rival, pero no era invencible. Fue entonces que Muller peleó con toda su alma, corrió y golpeó como nunca antes en su vida, y luego de un maratónico partido de 4 horas y 48 minutos, le ganó 15 a 13 en el quinto set. Estaba feliz, completamente feliz. Por fin, se había demostrado que si él confiaba en sí mismo, podía realizar cosas imposibles, incluso ganarle a uno de los mejores tenistas de todos los tiempos. Y aunque en Cuartos de Final cayó, en otro maratónico partido, con el croata Marin Cilic (6-3/6-7/5-7/7-5/1-6), Gilles Muller supo que le había ganado al rival más difícil: a sí mismo. 

  

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