jueves, 27 de julio de 2017

Hace 100 años en el Perú

Hace 100 años, el Perú era gobernado por el civilista José Pardo, quien ejerció la presidencia de 1915 a 1919. Era su segundo mandato, pues también gobernó de 1904 a 1908. Guillermo Billinghurst, presidente del Perú, de 1912 a 1914, sufrió un golpe de estado en febrero de 1914, porque corría el rumor que iba a disolver el Congreso. Y fue así, que todos los partidos opositores y la prensa se unió para derrocarlo, apresarlo y luego desterrarlo. Billinghurst murió al año siguiente presa de la desazón. En 1917, Augusto B. Leguía, presidente del Perú de 1908 a 1912, estaba exiliado en Panamá por sus enemigos, pero ya soñaba con regresar a su país y hacerse nuevamente con la presidencia. Lo conseguiría dos años más tarde y gobernaría los siguientes once años (de 1919 a 1930) implantando una nueva Constitución y un gobierno autoritario. Pese a eso, el Perú se modernizo en esos años. Lo que Leguía nunca se imaginó, es que terminaría derrocado y apresado en el Panóptico. En febrero de 1932, falleció en el Hospital Naval. 

En 1917, hace solo cien años, los diarios La Prensa, El Comercio y La Crónica eran algunos de los principales diarios del país. Ahí, sobre todo en La Prensa, se congregaban jóvenes y brillantes artistas intelectuales: Abraham Valdelomar, Leonidas Yerovi, Luis Fernán Cisneros, Jose Carlos Mariátegui, Federico More, José María de la Jara, José Gálvez Barrenechea, etc. Uno revisa los textos de estos -muchos de ellos eran autodidáctas que ni siquiera había culminado la universidad- y se queda sorprendido por la basta cultura y la brillantes de sus textos. Sabían de literatura, de filosofía, de historia del arte, de historia, de geografía, de biología, de zoología, de antropología y, por si fuera poco, escribían endiabladamente bien. En comparación con estos periodistas-intelectuales de comienzos del siglo XX, los periodistas de nuestra época palidecen, sobre todo, por la prosa. Actualmente, hasta los periodistas más reputados gozan de una prosa pobrísima. ¿Será lo mismo en la oratoria?

Ese año, de 1917, moría de un disparo Leonidas Yeroví, el gran satírico y dramaturgo peruano y fundador de la revista  Monos y Monadas. Finalmente, Abraham Valdelomar, un artista nato y una de las mentes más brillantes que ha dado nuestro país, estaba escribiendo en La Prensa verdaderas joyas periodísticas, además de publicar brillantes cuentos. Lo que no se imaginaba, es que dos años más tarde, en noviembre de 1919, con tan solo 31 años, la muerte lo estaría esperando. Como dice una canción, ¡nadie sabe lo que vendrá!

*Foto extraída de la web Lima Gris.

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