jueves, 1 de agosto de 2024

Grandes miradas

 Grandes Miradas 

Grandes miradas (2003) es una novela del escritor peruano Alonso Cueto (1954) que aborda el tema de la dictadura del presidente Alberto Fujimori. A partir de esta novela, el cineasta Francisco Lombardi hizo una adaptación al cine para su película Mariposa negra (2006)

La novela de Cueto gira sobre el asesinato del juez Guido Pasos durante la dictadura de Fujimori en los años 90s, por no aceptar un soborno del asesor Vladimiro Montesinos. Tras la muerte de Pasos, su esposa Gabriela, una profesora de escuela, buscará vengarse y asesinar a Montesinos. Entre los puntos destacables de la novela están, en primer lugar, que es entretenida. Se lee con agilidad e interés. En segundo lugar, la prosa impresionista de Cueto es efectiva, es decir, hay un evidente trabajo con el lenguaje y un claro talento para describir personajes, situaciones, lugares, etc. En tercer lugar, la novela posee una estructura coherente y bien organizada. Sin embargo, desde mi punto de vista, la principal falencia de Grandes miradas está en ciertas escenas que resultan inverosímiles y le quitan fuerza a la historia (es lo mismo que sentí en su obra La hora azul). Una de ellas es la transformación de Gabriela tras la muerte de su esposo Guido Pasos. Me resulta forzado cómo cambia su personalidad tan rápidamente, sin ninguna transición de por medio. De un momento a otro, salvo por la muerte de Pasos, deja su trabajo en la escuela y se vuelve una mujer intrépida y osada que no duda en querer matar a Montesinos, el hombre más poderoso y siniestro del país. Otra escena es cuando ella mata a uno de los torturadores de Pasos. Resulta poco creíble cómo esa frágil mujer, sin un previo entrenamiento, termina volviéndose una eximia manipuladora de armas punzocortantes y termina neutralizando y matando a su víctima.

Pese a lo anterior, haciendo las sumas y las restas, y pese a las falencias de la historia, Grandes miradas es una novela de interés que merece ser leída. Y aunque no llega al nivel de Demonio de mediodía, la mejor novela que he leído del autor, Alonso Cueto demuestra que posee un innegable talento.


 

 

 

 

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