jueves, 25 de diciembre de 2014

Amores imperfectos

Amores imperfectos (2000) es un libro de cuentos del boliviano Edmundo Paz Soldán (1967). Lo leí a inicios del 2001 o 2002 , en la edición publicada por el diario Expreso y me gustó mucho. Recuerdo que me impactó sobre todo "Dochera", el último relato, que ganó el premio Juan Rulfo de cuento. Además, la temática (la complejidad del amor y la pregunta "¿quién ha decidido que lo persistente tiene más valor que lo fugaz?") me atrapó e incluso recuerdo haber regalado un ejemplar a alguna ex poco antes de terminar. En el 2007, en una Feria del Libro, Edmundo Paz Soldán me autografió mi ejemplar, el cual guardo celosamente en el estante de mi cuarto.

Pues bien, este diciembre he vuelto a releer el ejemplar, ya treintón, y mantengo mi opinión que es un buen libro, aunque, claro, hay picos más altos que otros. "Dochera", por ejemplo, me sigue pareciendo un muy buen cuento, pero ya no me pareció la obra maestra que pensé que era. Sin embargo, en conjunto, el libro me pareció superior, ya que encontré relatos muy interesantes en su estilo y temática: aborda el tema del amor en sus diversas caras o matices. Por ejemplo, en la primera parte, que contiene cuentos breves de una o dos hojas, destacan "Historia sin moraleja", "Ritual del atardecer" (perturbadora), "Imágenes photoshop" (graciosa), "La ciudad de las maquetas" y "El rompecabezas" (ingeniosa). En la segunda parte, de cuentos más extensos y donde los personajes tienen vínculos en común -amigos de la infancia en Cochabamba: Ramiro, Tiburón, Lafforet-, sobresalen "Presentimiento del fin" (de lo mejorcito), "El dolor de tu ausencia", "La invención del marqués", "Amor, a la distancia" (muy interesante), "La escena del crimen" (buen relato, salvo el final) y "Dochera" (tal vez, el mejor). Algunos de estos cuentos tienen la influencia del español Javier Marías (a quien le dedica una historia), ya que aborda el tema del "secreto" en las relaciones de pareja. Finalmente, el estilo de Paz Soldán es el de un lenguaje sencillo en apariencia, pero bien trabajado; que entreteje la historia con las reflexiones del personaje o del narrador.

En conclusión, hay que leer a Edmundo Paz Soldán y su interesante Amores imperfectos.

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