lunes, 10 de diciembre de 2018

Diario de un profesor (61)

Este año he estado alejado del dictado de clases, me he dedicado más a labores de investigación, acompañamiento académico. Por otro lado, he visto ingresar a laborar como docentes a amigas jovencitas de poco más de 25 años. Me pregunto si cuando retome la docencia, que debe ser el próximo año, ¿tendré intacta la pasión por enseñar?; me pregunto si por falta de práctica ¿habrá disminuido mi capacidad para atrapar el interés o mantener la disciplina en un aula? O ¿si podré controlar mi ansiedad y mis nervios? No lo sé, lo único que sé es que debo volver a la enseñanza, al dictado en las aulas. Debo ponerme a prueba, sé que al principio me va a costar, incluso sufriré (como fue en mis inicios) y sentiré miedo de no hacerlo bien; pero sé que si insisto, si aguanto, si persevero en este difícil y bello oficio, aprenderé cosas que me enriquecerán y me harán más fuerte. Más fuerte. 

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