miércoles, 10 de julio de 2019

Hay una chica en mi sopa

Hay una chica en mi sopa (2011) es la segunda novela de la escritora peruana Silvia Núñez del Arco (1988). En la actualidad ya cuenta con 4 novelas en su haber, siendo la última Nunca seremos normales (2018). En Hay una chica en mi sopa se cuenta la historia de amor de una colegiala (Lucía) con su profesora de alemán Alicia. Está contada en 58 pequeños capítulos y abarca desde que Lucía es cambiada de colegio y conoce a Alicia, su profesora de alemán en sexto de primaria, hasta finalizar la escuela a los diecisiete años. Nunca llega a pasar nada explícito entre ambas, pero salvo el claro amor que le profesa la chiquilla a la joven profesora, existe un implícito interés de esta por su alumna que va más allá de la amistad.

Hay que destacar en Núñez del Arco (esposa del escritor Jaime Bayly) su disciplina para escribir, pues no cualquiera publica dos novelas antes de los 23 años. Otro mérito es que la novela posee un estilo ágil en la narración y, salvo momentos, no resulta cansina. Sin embargo, la historia -en mi opinión- es fallida. Primero, el lenguaje que emplea es, salvo ciertos momentos, bastante sencillo y no se aprecia un trabajo con las palabras. No es que escriba mal Silvia Núñez, pues ya dijimos que posee un estilo ágil y de frases cortas, pero hace uso de un lenguaje simple y llano, más ligado al periodismo. En otras palabras, no existe riqueza de vocabulario en su estilo. 

Por otro lado, y principalmente, la historia de amor lésbica entre alumna y profesora no está bien construida. Hay inconsistencias que le quitan verosimilitud al relato. Por ejemplo, ¿los padres ignoraban la relación de "amistad" entre su hija y la profesora? ¿Cómo se explica que Lucía fuera a la casa de Alicia en varias oportunidades y sus padres no estén enteradas del asunto? Es perfectible que los padres de Lucía se presenten como ausentes, pero pareciera que en la novela no existieran, salvo poquísimas alusiones a ellos...Asimismo, los tópicos de las drogas (la bolsa de cocaína, el paco de marihuana que ambas fuman, etc.) se perciben impostados y no naturales.

En suma, pese al intento de la joven Silvia Núñez del Arco de querer contarnos una historia original, esta termina quedando en un audaz y encomiable esfuerzo, pero lamentablemente la historia no llega a cuajar (quizá por la premura de la autora en publicar).   

1 comentario:

Anónimo dijo...

Libro promoviendo el lesbianismo