sábado, 29 de marzo de 2025

Diario de un profesor (98)

La etapa escolar te marca para bien o para mal. Mucha gente, entre ellos yo, no volvería al colegio nunca más. Era un colegio de puros hombres donde había que sobrevivir y nada más. Un colegio en el que tenías que trompearte para hacerte respetar y no ser presa del bullying. Durante varios años, tuve la pesadilla de que volvía a la escuela y despertaba sobresaltado. Luego respiraba aliviado sabiendo que solo se trataba de un horrible sueño. 

Sin embargo, hay otros que recuerdan el colegio como la etapa más bella, donde forjaron amistades que los acompañaron a lo largo de su vida. Mi madre, precisamente, es una de ellas. Aunque padece Alzheimer y cada vez su memoria luce más estragada con los años, aún recuerda con cariño a su colegio, María Mercedes, en el Cuzco; y lo más sorprendente, habla con un cariño inigualable sobre la directora, mamita Logria Flores Escalante, quien la quería mucho. En otras palabras, pese a que mi madrecita, a veces, ya me dice "hermanito" y ha olvidado miles de cosas básicas, aún recuerda con nombre y apellidos a la directora de su colegio. Y cuando habla de ella, siempre nos cuenta que la quería mucho y siempre le decía lo buena chica que era. Al escucharla, yo pienso en cómo un docente nos puede marcar para bien o para mal. Una frase que nos dijo un(a) profesor(a) puede salvarnos la vida o darnos fe, y en otros casos, puede dejarnos una herida o resentimiento de por vida. Y en el caso de mi madrecita, ¡vaya que fue para bien! y eso quedó grabado en su memoria de manera indeleble.  

Seamos, por tanto, más conscientes de lo que decimos a nuestros alumnos. Nuestras palabras (y nuestras miradas) pueden servirles de apoyo para toda su vida. 

jueves, 20 de marzo de 2025

La guerra de Perú y Chile

 

Una de mis deudas era leer historia del Perú. Parte de febrero y marzo me avoqué a leer la historia del Perú, del historiador tacneño Jorge Basadre, y me centré en uno de lo capítulos más importantes: la guerra con Chile (1879-1883). A continuación, mencionaré los puntos o aspectos que más llamaron mi atención:

 1.-Basadre menciona que antes de la guerra, de 1831 a 1879 (48 años) mientras Chile tuvo solo 6 presidentes constitucionales, en el Perú tuvimos 20 presidentes, de los cuales solo 6 fueron elegidos constitucionalmente, los demás llegaron al poder por golpe de estado o mediante una guerra civil. 

2.-Basadre explica la pérdida de la guerra y la razón de nuestros actuales problemas mediante 2 aspectos:

2.1. El Estado empírico, es decir, un estado chicha, informal, desorganizado, de inestabilidad política y presidencial, corrupto e ineficiente.

2.2. El abismo social, es decir, la indiferencia ante el problema del indígena, su aislamiento, segregación o discriminación.

3.-La falta de equipamiento adecuado para ir a la guerra, tanto en armas y municiones. Dos ejemplos: mientras Chile en el año 1874 se compró 2 buques modernos, el Perú no hizo lo mismo y perdimos la hegemonía en el mar. Otro ejemplo es que mientras Chile manejaba un solo tipo de rifle moderno (Comblain) y un solo tipo de municiones para dicho rifle; en Perú, usábamos diversos tipos de rifles, algunos de ellos ya obsoletos, y por tanto, era más difícil cargar las municiones.

4.- Hubo mucho de improvisación durante la guerra. Esto se percibe, por ejemplo, en el combate de Iquique (mayo de 1979), cuando perdimos al barco Independencia, que era de acero, a manos del barco chileno Covadonga, que era de madera. Eso se debió a que el Independencia contaba con tripulantes poco experimentados y que no habían hecho ejercicios de tiro ni maniobras previamente. Esa falta de pericia hizo que terminaran encallando al acercarse a la orilla y terminaran derrotados por el Covadonga. 

5.-Pese a que ganamos la batalla de Tarapacá (Iquique) en noviembre de 1979, el ejército peruano se debió retirar de la zona y retroceder a Arica y Tacna. Es decir, fue una victoria pírrica.

6.-Nuestro héroe marino, Miguel Grau, piurano, con su barco monitor El Huáscar puso en jaque a Chile entre mayo y octubre del 1979. Sin embargo, esto acaba con la derrota en el combate de Angamos el 8 de octubre de 1879 y la muerte de Grau.

7.- El 7 de junio de 1880 se realiza la batalla de Arica. De ahí que el día de la Bandera sea 7 de junio. En esa batalla, el Perú, pese a perder, luchó hasta el final (sin rendirse) y tuvo héroes como el coronel Francisco Bolognesi y el joven acaudalado Alfonso Ugarte.

8.-El presidente del Perú cuando inició la guerra fue Mariano Ignacio Prado. Sin embargo, cuando este viajó a USA para adquirir barcos y apoyo internacional para la guerra, fue derrocado por Nicolás de Piérola, quien asumió como dictador (diciembre de 1879). Luego de la ocupación de Lima, en enero de 1881, una junta de notables elegiría como presidente Provisorio a Francisco García Calderón.

9.-Pese a que Piérola trazó un plan para defender Lima de la ocupación chilena, esta defensa mostró improvisación y hubo falta de armamento. Luego de las batallas de San Juan y Miraflores (enero de 1881), los chilenos saquearon e incendiaron Chorrillos, Barranco y Miraflores. Pese a eso, muchos ciudadanos y soldados peruanos mostraron valentía y sacrificaron sus vidas en defensa de su patria.

10.- El almirante francés Petit Thouars ayudó, gracias a sus negociaciones con Chile, a que este país no incendiara Lima, tal como hizo como otros distritos. Gracias a Petit Thouars, los chilenos acordaron con el alcalde Rufino Torrico que la ocupación chilena de Lima sea pacífica.

11.- Luego de la ocupación chilena en el Perú, que duró de enero de 1881 a octubre de 1883 (2 años 9 meses), hubo férrea resistencia al dominio chileno desde la sierra y el norte del Perú. Aquí destacó sobre todo el militar ayacuchano Andrés Avelino Cáceres. 

12. El presidente provisorio Francisco García Calderón, desde su gobierno simbólico desde el distrito de Magdalena, no cedió a las presiones de Chile para firmar un acuerdo de paz que incluya algún tipo de cesión territorial. Fue ese uno de los motivos por el que después fue apresado por los chilenos y desterrado a Valparaíso. Luego de su salida, asume la presidencia del Perú, el vicepresidente Lizardo Montero.

13.-  El tratado de paz de Ancón se firmó en octubre de 1883 y fue a través del militar peruano Miguel Iglesias quien, a diferencia de Montero y Cáceres, creía que el Perú debía firmar la paz con Chile, pese a la cesión territorial. En dicho tratado, se cedió el territorio de Iquique y, durante 10 años, Arica y Tacna, los cuales luego serían sometidos a un plebiscito en el que la población decidiría a qué territorio pertenecer.

14.-José Antonio Lavalle fue el diplomático peruano encargado de viajar a Chile para conversar con el presidente Anibal Pinto para evitar la guerra con Chile, cosa que no pudo lograr. Asimismo, fue quien estuvo a cargo del Tratado de paz de Ancón, en el que, pese a que Chile impuso las condiciones por ser el vencedor, Lavalle buscó que sean las menos lesivas para el Perú. 

15.- Pese a que la guerra contra Chile estaba perdida de antemano, debido a nuestra falta de organización, armamento y caos político, hay numerosos casos también de heroicidad y desprendimiento. Por ejemplo, en las batalla de Miraflores muchos ciudadanos, de diversas clases sociales y diversas provincias del Perú, pelearon sacrificando sus vidas y hogares. Otro ejemplo es que muchos ciudadanos, algunos de ellos ricos, dieron parte de su fortuna o sueldo para armar mejor a la escuadra peruana. Las mujeres también colaboraron activamente ayudando en las donaciones o atendiendo a los heridos en la guerra. Un ejemplo más es que, al ocupar Lima y provincias, los chilenos pedían cupos a los hacendados o gente común. Pero muchos de ellos se negaron a pagar dichos cupos y terminaron perdiendo sus haciendas o propiedades, y terminaron muertos o desterrados.

16.- Finalmente, según Jorge Basadre, tanto los presidentes Aníbal Pinto (de Chile) y Mariano Ignacio Prado (Perú) no deseaban la guerra. Sin embargo, se vieron arrastrados a ella por la presión popular, los medios de comunicación y los enemigos políticos.

  

 


Gimnasium

El escritor peruano Jorge Eslava (1953) ha vuelto al género de la poesía con el poemario Gimnasium. Como se señala en la contratapa, esta edición del 2024 suma 20 poemas a la versión anterior del 2022, editada también por Colmillo Blanco. Debo confesar, antes de dar mi comentario del libro, que no leo mucha poesía ya que no conecto fácilmente; prefiero los cuentos y novelas. Pese a eso, siempre trato de leer un libro de poesía durante el año.

A Jorge Eslava le tengo aprecio por su labor docente y por libros como Navajas en el paladar y el ensayo Un placer ausente. Apuntes de un profesor sobre la lectura escolar. Ambos me parecen libros bien escritos y luminosos. Respecto a los dos o tres libros de literatura infantil y adolescente que he leído de él (entre ellos, Templado), me parecieron entretenidos y bien escritos. 

Respecto a la poesía, sabía que en su juventud había ganado el premio Copé de poesía; sin embargo, había dejado de escribirla porque sufría más que gozaba durante el proceso creativo. Este poemario, precisamente, es su vuelta al gimnasio, al ring, a la cancha de fútbol. No es casualidad el título Gimnasium, ya que estos poemas tienen como núcleo al ser humano y la actividad física. En estos poemas, los escenarios, como ya mencioné, son el ring de pelea, el gimnasio, la cancha de fútbol y su protagonista-narrador es aquel humano que se enfrenta a algún rival al practicar dichos deportes (el álter ego de Eslava). Por supuesto, el deporte es aquí una metáfora de la vida que te golpea y, el deportista, es ese ser humano que pese a los golpes, al dolor, a las penas, la frustración, sigue dando pelea. En estos poemas, se palpa el lado más triste y pesimista de Eslava, como el dolor de la derrota anunciada, el paso del tiempo, el desaliento. Sin embargo, también se percibe un pequeño hálito de esperanza, de fe, de espíritu de lucha.

En suma, y aunque no conecté del todo con estos poemas de Gimnasium, sí valoro la labor de este escritor que se desnuda y muestra su alma al lector.

Foto: Editorial Colmillo Blanco

 

 

 

domingo, 9 de febrero de 2025

La vegetariana

 

Han Kang (1970) es una escritora de Corea del Sur que ganó el premio Nobel de Literatura el año 2024. Una de sus novelas más conocidas es La vegetariana, publicada el 2007, y a continuación voy a comentarla.

Primero, no es una novela extensa, ya que abarca poco más de 150 páginas. La trama se centra en Yeonghye, una esposa joven que un día decide dejar de comer carne. Esto altera drásticamente su vida como la de las personas cercanas que la rodean.

Segundo, aunque es una novela que resulta interesante y perturbadora (con una sensibilidad propia de su autora), no la podría considerar un libro ambicioso a la altura de las grandes obras de la literatura. Tampoco es una novela que muestre la idiosincracia de la cultura coreana, por el contrario, la historia podría desarrollarse en cualquier lugar del mundo, salvo por la alusión a la comida típica del lugar. Incluso, sus personajes principales, por sus formas de pensar y actuar, no muestran diferencias culturales particulares.

Tercero, la novela está dividida en tres partes: la primera es contada desde el punto de vista del esposo de la protagonista Yeonghye; la segunda es narrada por el cuñado que es un artista; y la última es narrada desde el punto de vista de la hermana de Yeonghye. Los tres relatan la historia en torno al vínculo que mantienen con la protagonista, quien en un momento decide ya no solo dejar de comer carne, sino también cualquier tipo de alimento. 

Cuarto, como bien señalan los críticos, el tema de la carne y el ser vegetariana por parte de la protagonista, es solo una lectura de nivel denotativo. La novela posee otras interpretaciones más simbólicas o metafóricas (según la interpretación del lector). No es casual que, al final de la historia, la protagonista desee convertirse en un vegetal o un árbol, cuyas manos estén enraizadas al suelo. Es como si la inanición de Yeonghye sea una forma de rebelarse contra las normas de la sociedad que dicta las normas a seguir. Ella escoge morir por decisión propia y no impuesta.  

Quinto, la prosa de Han Kang es sencilla y bella. Además, lo tres capítulos están muy bien escritos y estructurados. Incluso, el primero de ellos puede ser un potente relato por sí mismo. Sin embargo, hay que indicar que el último capítulo muestra un desenlace abierto, ya que da a entender que la hermana (que es aparentemente más racional que Yeonghye) termina siendo arrastrada por el deliriro de la protagonista. O, en todo caso, ella también desea, en el fondo, seguir los pasos de Yeongye y escapar de esta sociedad que nos reprime (alude a la figura del pájaro). 

En suma, sin ser una obra maestra o que muestre una gran ambición, La vegetariana es una buena novela que muestra a su autora, Han Kang, la cual posee un mundo propio, con imágenes potentes, que dejan al lector conmovido e intrigado.

 

jueves, 23 de enero de 2025

La caída de los gigantes

 

La caída de los gigantes es una novela del galés Ken Follet (1949) que se publicó en el año 2010. Follet es un autor conocido mundialmente por escribir varios best sellers. Precisamente, La caída de los gigantes forma parte de una ambiciosa saga histórica de 3 obras que abarcan todo el siglo XX. Esta novela es la que da inicio a esta trilogía y aborda la vida de 5 familias de Gales, Inglaterra, Estados Unidos, Rusia y Alemania que abarca el periodo de 1911 a 1924. Es decir, la historia de estas familias, de diversas condiciones económicas y cuyas vidas se entrecruzan, se desarrollan en el contexto de la Primera guerra mundial (1914-1919) y la Revolución rusa (1917).

En este libro Ken Follet demuestra su talento para construir novelas históricas que, pese a tener más de mil páginas, posee una buena prosa y una estructura bien diseñada que parece una pieza de relojería. Follet te sumerge en su historia rápidamente y te lleva a vivir la aventura de sus decenas de personajes en medio de hechos históricos tan trascendentales. Asimismo, a Follet, como se aprecia, le gusta mostrar personajes femeninos que luchan por sus derechos en una época en la que la mujer estaba relegada. Por ejemplo, los personajes de Ethel Williams y Maud Fitzherbert, pese a pertenecer a clases sociales diferentes, luchan por el voto de la mujer y por mejores condiciones de empleo y salario en Inglaterra. Igualmente, muestra la lucha de los obreros rusos y los mineros galeses por mejores condiciones de vida. Precisamente, en el primer caso, eso desemboca en la Revolución rusa de 1917, encabezada por Lenin y Trotski. 

La caída de los gigantes, gracias a la pericia de Follet, se lee rápido y se disfruta. Además, la prosa es ágil y bien trabajada. Es cierto, sin embargo, que quizá sus personajes no cuentan con la profundidad psicológica de las grandes novelas de la literatura. O que no hay experimentos con la técnica literaria. Pero pese a todo eso, considero que la novela de Follet no es literatura ligera como algunos señalan, sino que por el contrario tiene un valor literario e histórico propio, que merece ser reconocido. Sin duda, muy recomendable, ya que no solo se disfruta su lectura, sino que también se aprende de historia mundial.

 

 

 

 

viernes, 27 de diciembre de 2024

Diario de un profesor (97)

El delegado de una de mis secciones es un buen chico, educado y que asiste a clases. Sin embargo, me cuenta, tiene déficit de atención y, precisamente, observo que para distraído durante mi clases. Trato siempre de atraer su atención llamándolo constantemente, pero su mente viaja: es un nefelibata (vive en las nubes). Yo también lo soy o lo fui, pero en él su poder de concentración es mínimo. En el primer examen saca 07. Sus habilidades de redacción y ortografía son incipientes. Veo que se cambia de grupo para mejorar su promedio de trabajos grupales y lo logra. Veo que cumple con los cuestionarios que dejo y realiza una buena exposición individual. Lamentablemente, para el examen final no se prepara lo suficiente y el resultado es solo un poco mejor al primer examen. Obtiene 09 de nota. Su promedio final es 10. En la última clase, él se me acerca y me pide que le suba medio punto al examen para poder aprobar. Reviso este y le digo que su nota está bien puesta, que resulta imposible subirle más puntaje. Veo mi cuaderno con sus notas y me percato de que ha desaprobado los dos exámenes más importantes de manera rotunda. Podría subirle ese medio punto, pienso, pero le estaría haciendo un mal, ya que no ha mejorado su redacción durante el ciclo. Posiblemente, le ayudaría si hubiese una mejora notoria en el segundo examen y hubiese obtenido al menos un 12 o 13. Pero lamentablemente no ha sido así. Le transmito esto a mi alumno y, pese a que me insiste varias veces, decido llevarme por mi olfato de docente. Le digo que cuando yo tenía su edad, también me desaprobaron en los primeros ciclos y no fue el fin del mundo. Agregué que esos desaprobados me permitieron madurar y afianzar mis conocimientos en dichas materias. "Llevar el curso te servirá para que mejores tu redacción y tú necesitas saber escribir bien en tu carrera", culminé. El alumno me mira apesadumbrado, aceptando mi decisión final. Luego nos damos las manos y se marcha del aula a paso lento.


 

Diario de un profesor (96)

Al inicio de ciclo, antes de la primera clase en una sección, recibo un correo de un alumno X que me pide, educadamente, que por favor no lo llame con su nombre original de varón, sino con el nombre femenino Z. Me pide, además, que me dirija a él como alumna o señorita Z. Finalmente, me indica que si me molesta o genera incomodidad, podría también llamarla por su apellido, por ejemplo, señorita Rodríguez o alumna Rodríguez. Se despide de mí indicando que agradece mi apoyo y que espera el inicio de las clases de mi curso. Luego de leer el correo, la respuesta es obvia. Le respondo que cuenta con todo mi respaldo respecto a su pedido y le mando un saludo cordial. Cabe agregar que el desenvolvimiento de la alumna fue óptimo a lo largo del ciclo y sus compañeros de aula, salvo alguna mirada burlona, se comportaron con empatía y respeto. Esto es síntoma de que los tiempos han cambiado y, en este aspecto de la orientación sexual o la identidad de género, ha sido para mejor.