lunes, 19 de mayo de 2008

"The old man and the sea"

La breve novela del premio nóbel Ernest Hemingway, "El viejo y el mar", es brillante. En poco más de cien páginas describe la lucha del ser humano en la vida. Hemingway enfoca este tema a través del personaje del viejo pescador y su lucha contra la naturaleza (representado en el gran pescado que caza, y los tiburones que devoran a este). En la historia del autor norteamericano, el ser humano está condenado a luchar aun cuando al final sea destruído (no es casual aquella frase de que "un hombre puede ser destruído, pero no vencido). Así, en esta hermosa novela, de bella y simple prosa, el viejo lucha con toda su alma para, al final, ser "destruído" por el destino o por la naturaleza. Sin embargo, el viejo nunca se da por vencido aunque acepta su derrota. Llama la atención, además, la relación del viejo pescador con sus rivales; ellos son sus rivales pero a la vez sus hermanos y, por eso, les habla.

Luego de leer esta novela, uno se da cuenta por qué Ernest Hemingway ganó el premio Nobel en 1954. En resumen: altamente recomendable; más aún, si se lee en su idioma original. La frase que se me ha quedado grabada es aquella donde se describe al viejo: "Everything about him was old except his eyes and they were the same color as the sea and were cheerful and undefeated" ("Todo en él era viejo, excepto sus ojos; y estos eran del mismo color del mar, y eran amables y sin rastro de derrota")




jueves, 15 de mayo de 2008

Luz Silenciosa

"Luz silenciosa" (2007) del mexicano Carlos Reygadas (1971) es una película diferente. Ambientada en México en torno a una comunidad menonita, relata la historia de Johan, un hombre casado y con hijos que, en oposición a las leyes de su religión y de su comunidad, entabla una relación con otra mujer. Lo que resalta de la película -ganadora de diversos premios, entre ellos el Festival de Lima- son sus planos largos y la apariencia de que no ocurriera nada. Sin embargo, poco a poco la trama se va esbozando y cobrando forma en medio de la belleza visual de sus planos. Llama la atención, también, la captura de los detalles, escenas aparentemente intrascendentes pero que ofrecen detalles sobre los personajes, la vida en el campo, la naturaleza, la religiosidad de la familia de Johan y su comunidad. Asimismo, destaca el estilo de la actuación, un estilo, digamos, impersonal, frío, distante, pero que se ajusta a lo que quiere transmitirnos el director y se vuelve funcional (por ejemplo: la escena donde Johan y su esposa bañan a sus niños, y cómo estos se comportan). Finalmente, el desenlace es abierto y, por decirlo de algún modo, real mágico. En suma, es una película totalmente recomendable.

P.d: La película se presenta, hasta la próxima semana, en el Centro Cultural de la Universidad Católica y la entrada general, de lunes a miércoles, es 6 soles.