sábado, 26 de octubre de 2013

The shining

The Shining (El resplandor) es una película de 1980 dirigida por el gran director estadounidense Stanley Kubrick. Aquí como en otras películas de Kubrick, se aprecia el talento, el genio y la ambición de éste. Además, de una característica que siempre se aprecia en su carrera fílmica: la capacidad para reinventarse, para arriesgar e intentar nuevas cosas,  y no quedarse con una misma fórmula. Todas sus películas –o al menos las que he visto-  son diferentes, pero a la vez son iguales. Y esta no es la excepción.

El Resplandor es una película digamos de terror y se centra en el personaje de Jack Torrance (magistralmente interpretado por Jack Nicholson), quien lleva, por motivo de trabajo,  a su mujer e hijo  a un grande, lujoso y apartado hotel de alta montaña. Ellos estarán 5 meses allá solos  y él se encargará de cuidar el hotel –cerrado por el invierno- mientras aprovecha para escribir un libro. Antes de aceptar el cargo, le comunican que, años atrás, el guardia anterior se había vuelto loco en medio del aislamiento y terminó matando a su familia. Así, la historia de Jack Torrance se centrará en cómo él irá perdiendo sus facultades mentales y empezarán a correr peligro las vidas de su mujer y su pequeño hijo (muy bien interpretados por Shelley Duvall y Danny Lloyd).

Lo que llama más la atención de esta película además de su belleza visual (cada plano está magistralmente compuesto), el ritmo de la historia (que no merma a pesar de sus 2 horas y 20 minutos de duración) y las excelentes actuaciones, es sobre todo la música. Aquí uno de los personajes centrales es la música que se utiliza para crear la atmósfera de las escenas y de la cinta. Sería, pues, imposible imaginar esta película, sin la música incidental que acompaña las escenas más vibrantes y perturbadoras.

Por último, quiero señalar algo que leí y me llamó la atención. Cuando apareció la película, la crítica y el público le dio la espalda. Incluso fue nominada a los premios Razzie, por Peor Actriz Principal y Peor Director. Y fue además la primera película de Kubrick que no recibió ninguna nominación al Oscar. Recién con los años, la cinta de Kubrick ha sido reivindicada y es considerara ahora una película de culto. ¡Caramba! ¡Creo que esa mala recepción fue mezquina al menos por parte de los críticos! ¡Tal vez estos no entendieron que Kubrick estaba que reinventaba el género de terror dándole otros matices! Pero, bueno, los años le dieron la razón a su director y es sin duda una gran película, de visión obligatoria, para cualquier mortal que ame el cine.

Posdata: Hay una frase que aparece en la película: "All work and no play makes Jack a dull boy" (Mucho trabajo y nada de diversión, hacen a Jack un chico monse). Esta frase que escribe el protagonista en su máquina, fue tomada literalmente por Kubrick (¿o Stephen King?) del cuento "Araby" del Dublineses, de  James Joyce.


 
 

domingo, 20 de octubre de 2013

The killing (Atraco perfecto)


El norteamericano Stanley Kubrick  (1928) es considerado uno de los grandes directores en la historia del cine, por películas como “La naranja mecánica”, “Odisea al espacio”, “Lolita”, “El resplandor”, etc. La belleza visual y técnica de sus cintas sobresalen sobre el resto y el genio de Kubrick se respira en cada plano o escena. En 1999, luego de terminar de grabar “Eyes wide shut”, fallece de un ataque al corazón. Ya para entonces era un genio del cine que había dejado su huella a varias generaciones.
 
Recuerdo que la primera película que vi de Kubrick, sin saber que era de él, fue “Espartaco” y me encantó. Luego, ya en la universidad quedé fascinado con la belleza visual y estética de “La naranja mecánica”, sin embargo no llegué a captar o disfrutar del todo “Odisea al espacio” y “Dr. Stangelove”, pues sus mensajes me resultaron algo herméticos (a pesar de reconocer, sin duda, la belleza visual de estas).  Después vería con agrado cintas como “Lolita”, “Eyes wide shut” y “The killing”.

Si tuviera que escoger entre todas aquellas, me quedaría, sin duda, con “The killing” (1956), película que Kubrick grabó con solo 28 años. Esta fue una de sus primeras cintas y en mi humilde opinión es una obra maestra. Es cierto que no tiene la ambición de posteriores películas de Kubrick, pero en su aparente simplicidad hay genio y pulso narrativo. Aquí el estadounidense se luce para adaptar una novela de Lionel White que trata sobre un atraco a un hipódromo. En la hora y veinte minutos que dura la cinta, Kubrick nos cuenta, a través de varios personajes, los preparativos de un exconvicto y su grupo para asaltar un hipódromo y robar la suma de 2 millones de dólares. El tratamiento visual y narrativo de la historia resulta de perillas y vamos involucrándonos en el asalto, como si nosotros espectadores también fuésemos los asaltantes y estuviéramos a punto de realizar el atraco. Además, la música, la iluminación, las sobrias y contundentes actuaciones, los planos, el movimiento de la cámara acompañando a los integrantes de la banda, nos lleva al clímax de la mano, como si fuésemos niños. Y el final, el alucinante final, nos deja boquiabiertos.   

Sin duda, The killing (conocida en España como “El atraco perfecto”) es una obra maestra de Kubrick y resulta, por tanto, de visión obligatoria para todo aquel que admire a Kubrick y al cine en general.