jueves, 13 de febrero de 2014

Un placer ausente



“Un placer ausente. Apuntes de un profesor sobre la lectura escolar” (2013) es un libro del escritor y educador peruano Jorge Eslava (1953), que como el título lo señala, es una exploración personal sobre la lectura escolar desde la mirada de un profesor de primaria. Libro híbrido que combina el ensayo, el diario, la autobiografía, la entrevista, el cuento, con el fin de transmitir la experiencia y la visión sobre la problemática de la lectura en nuestro país, que según la última prueba PISA (2013) nos coloca nuevamente en la cola de la lista de países.

Escrito de manera ágil y apasionada, Eslava demuestra conocer bien el tema y transmite su pasión y sabiduría por la educación peruana y la lectura. Además, el libro está muy bien escrito y lleno de referencias librescas, cinematográficas, deportivas. Es cierto que no es un texto estrictamente académico y riguroso, sino que maneja la estructura libre del ensayo, y eso le otorga frescura, libertad, sin quitarle seriedad al tema tratado.

El libro de Eslava me recuerda por momentos al libro de Constantino Carvallo “Diario Educar”, a quien también menciona en el texto. Eslava logra plasmar un libro tan interesante y estimulante para quienes nos dedicamos a difundir la lectura, que por momentos nos hace recordar al brillante libro de Carvallo. Al igual que él, Jorge Eslava es de esos educadores comprometidos con la educación y que merecen nuestra más sincera admiración por dedicar su vida a este hermoso oficio. Sin duda, un libro muy recomendable.

lunes, 3 de febrero de 2014

35 años

A menos de un mes de cumplir 35, imágenes de tu vida aparecen por tu cabeza. Imágenes de hace 20 años, cuando ibas a cumplir 15 añitos y tenías miles de sueños guardados en la cabeza. ¡Cómo soñabas y cómo sigues soñando! Si tuvieras que describirte, creo que el adjetivo soñador sería el preciso para calificarte. No has cambiado en eso, sigues fabricando historias en tu cabeza, imaginando aventuras que esperas un día se hagan realidad, y esto te permite mantenerte con vida, con ilusión. 35 años, ¡qué rápido se pasa! Ayer nomás estabas cumpliendo quince, vestido con un short de jean, un polo blanco o crema o plomo, tus zapatillas marrones  y paseando con tu bicicleta Goliat por los alrededores de tu casa. ¿Quisieras regresar al pasado o solo es un poco de de inevitable nostalgia que te envuelve ante la cercanía de tu santo? ¿Quisieras regresar al pasado para hacer algo que dejaste inconcluso o no tuviste el valor de realizar? No lo sé. Pero aun con todo, sé que los mejores años de mi vida se vienen por delante. Es cierto que los retos y las dificultades aumentan, pero estoy convencido que ellos me ayudarán a crecer. Si hace 20 años mi máximo sueño era crecer de tamaño y dejar de ser el enano que era, ahora mi sueño es dar mi estirón, claro que ya no físico, sino como persona, como humano, como hombre. Sé, soy consciente, que en estos años me estoy convirtiendo en un hombre, y que son años decisivos, vitales, fundamentales. Y sé que en 35 años más, cuando recuerde este momento, lo haré con la misma nostalgia o añoranza como hoy recuerdo el veloz paso del tiempo y el transcurrir de mi (tu) vida. Una vida más entre millones de vidas, pero aún así valiosa (como la tuya).