Caso de alumno con dificultades emocionales: el ciclo pasado me tocó el caso de un alumno que presentó una conducta oposicionista desafiante. Fue cuando le entregué uno de sus exámenes y noté que me miraba con odio. Pese a que luego di al salón una charla acerca de que deben perseverar y no desanimarse si han obtenido bajas notas o que no se tomen de manera personal las calificaciones (ya que el profesor solo corrige), al final de la clase, el alumno se acercó furibundo a increparme. Me exigió razones de por qué lo había desaprobado y, pese a que se las di, seguía entercado en que yo no debí jalarlo y se comportaba algo insolente. Decidí no seguirle la cuerda y le dije que su nota me parecía justa y que si tenía alguna queja vaya a Estudios Generales. Finalmente, salió del aula tirando la puerta con fuerza. A los 10 minutos el estudiante volvió y me pidió disculpas por su conducta, "estaba caliente", se excusó. Le dije que me parecía de valientes disculparse por un error, que yo también me equivoqué cuando era joven y le di la mano como señal de que lo que pasó era parte del pasado. En las siguientes clases, el alumno mejoró notablemente su comportamiento.
Señales-indicadores: El tono colérico del alumno, la mirada flamígera (que bota llamas), impulsividad al actuar, culpar al docente de su baja nota, obstinación.
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