jueves, 28 de marzo de 2013

Demonio del mediodía


Demonio del mediodía (1999) es una novela del escritor peruano Alonso Cueto que vale la pena leer. Es, sin lugar a dudas, una buena novela y aquí Alonso Cueto confirma que es un talentoso escritor. Recuerdo que en 1998, cuando iniciaba mis estudios en Comunicaciones en la universidad, tuve como profesor a Cueto. Nos enseñaba Expresión Escrita. Recuerdo también que leí un libro cuentos de él, creo que La batalla del pasado, y no me gustó mucho. Luego, en el 2005, Cueto ganó el premio Anagrama con su novela La hora Azul y de ahí su prestigio se fue consolidando con la publicación de posteriores novelas.

Luego de leer Demonio del mediodía he quedado gratamente sorprendido. Cueto indudablemente es talentoso. La novela se sostiene por sí misma. Como ya dije es una buena novela. Su trama gira sobre un triángulo amoroso en un estudio de abogados: Ricardo (hombre exitoso, apuesto e inescrupuloso, dueño del estudio), Celia (una joven y dulce abogada que vive una relación con su jefe Ricardo, que está casado) y Renato (un abogado de 31 años que odia a su jefe Ricardo y ama en secreto a Celia). La historia explota cuando Renato se entera que su inmaculada Celia es la amante de Ricardo.

El acierto de Cueto o su talento radica en su capacidad para describir la interioridad de estos tres personajes. Cueto nos cuenta, por capítulos y por separado, las rutinas y pensamientos de Ricardo, Celia y Renato. Vamos descubriendo sus acciones, sus sueños, sus dudas, temores, a la par que nos narra la historia de este triángulo amoroso, dentro de la rutina de una oficina. Otro mérito de Cueto, es su destreza para describir personajes, lugares, paisajes, objetos, a la par de ir salpicando su narración con reflexiones precisas y acertadas. Por si fuera poco, el trabajo con el lenguaje es de primera, Cueto maneja el lenguaje como un orfebre. Es cierto, que la novela, tal vez, decae en intensidad conforme va avanzando; es decir, la tensión narrativa va perdiendo fuerza. Sin embargo, la parte final se lee con interés y curiosidad (aunque el desenlace es algo efectista). Eso no quita méritos a la novela, que considero buena y muestra que Alonso Cueto es un escritor al que hay seguir con atención. Agrego algo más: las primeras 60 páginas son, simplemente, brillantes. Francamente, una agradable sorpresa y una muestra más que la literatura peruana es de primer nivel.

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