Demonio del mediodía (1999) es una novela del escritor
peruano Alonso Cueto que vale la pena leer. Es, sin lugar a dudas, una buena
novela y aquí Alonso Cueto confirma que es un talentoso escritor. Recuerdo que
en 1998, cuando iniciaba mis estudios en Comunicaciones en la universidad, tuve
como profesor a Cueto. Nos enseñaba Expresión Escrita. Recuerdo también que leí
un libro cuentos de él, creo que La batalla del pasado, y no me gustó mucho. Luego,
en el 2005, Cueto ganó el premio Anagrama con su novela La hora Azul y de ahí su
prestigio se fue consolidando con la publicación de posteriores novelas.
Luego de leer Demonio del mediodía he quedado gratamente
sorprendido. Cueto indudablemente es talentoso. La novela se sostiene por sí
misma. Como ya dije es una buena novela. Su trama gira sobre un triángulo
amoroso en un estudio de abogados: Ricardo (hombre exitoso, apuesto e
inescrupuloso, dueño del estudio), Celia (una joven y dulce abogada que vive
una relación con su jefe Ricardo, que está casado) y Renato (un abogado de 31
años que odia a su jefe Ricardo y ama en secreto a Celia). La historia explota
cuando Renato se entera que su inmaculada Celia es la amante de Ricardo.
El acierto de Cueto o su talento radica en su capacidad para
describir la interioridad de estos tres personajes. Cueto nos cuenta, por
capítulos y por separado, las rutinas y pensamientos de Ricardo, Celia y
Renato. Vamos descubriendo sus acciones, sus sueños, sus dudas, temores, a la
par que nos narra la historia de este triángulo amoroso, dentro de la rutina de
una oficina. Otro mérito de Cueto, es su destreza para describir personajes,
lugares, paisajes, objetos, a la par de ir salpicando su narración con
reflexiones precisas y acertadas. Por si fuera poco, el trabajo con el lenguaje
es de primera, Cueto maneja el lenguaje como un orfebre. Es cierto, que la
novela, tal vez, decae en intensidad conforme va avanzando; es decir, la
tensión narrativa va perdiendo fuerza. Sin embargo, la parte final se lee con interés
y curiosidad (aunque el desenlace es algo efectista). Eso no quita méritos a la
novela, que considero buena y muestra que Alonso Cueto es un escritor al que
hay seguir con atención. Agrego algo más: las primeras 60 páginas son,
simplemente, brillantes. Francamente, una agradable sorpresa y una muestra más
que la literatura peruana es de primer nivel.
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